lunes, 22 de octubre de 2012

Smart Fortwo Electric Drive, la versión más chic de la conducción electrica

Comienza a despertar el negocio de la movilidad eléctrica. Algunas empresas ya han comenzado a hacer inversiones importantes en este sector emergente a la espera de que los constructores de automóviles impongan modelos que seduzcan al consumidor; y parece que 2013 será, por motivos diferentes, el año “cero” para un cambio real de mentalidad sobre el uso de los combustibles alternativos.

El mercado todavía no está definido y la crisis parece que está colocando a las empresas ante un dilema inversionista importante, pero se prevé que -en los próximos años- los conceptos de sostenibilidad y coherencia consumista, unidos a la alarma creada por el aumento de muertes y enfermedades crónicas asociadas con la contaminación atmosférica en las ciudades y el insostenible y continuado ascenso del precio de los combustibles fósiles, consigan que el vehículo eléctrico se convierta en la opciónmás ventajosa a la hora de apostar por el transporte privado.


La compañía española N2S, por ejemplo, ha firmado ya un acuerdo con Jones Lang Lasalle con el objetivo de instalar una red de puntos de recarga inteligente para vehículos eléctricos en 19 de los centros comerciales que gestiona la multinacional de servicios inmobiliarios; y a principios de 2012, un 20% de su capital fue adquirido por Gamesa por un montante de 5 millones de euros.

Gamesa, especialista en el diseño y fabricación de turbinas eólicas, parece haber decidido diversificar su negocio hacia los coches eléctricos, aunque se enfrenta en estos momentos a los efectos de un plan estratégico reformista, que contempla la drástica reducción de puestos de trabajo en Navarra.

Mientras tanto, los poderosos toman las riendas de la economía del futuro basada en las energías límpias. Después de instalar y retirar puntos de recarga por doquier -con las consiguientes inauguraciones promocionales de entonces alcaldes como Gallardón- Endesa anuncia ahora su participación en la puesta en marcha del consorcio del proyecto europeo 'Unplugged', una iniciativa pionera que desarrollará la recarga rápida de vehículos eléctricos sin cables, y además investigará de qué manera, la recarga por inducción mejora la sostenibilidad de la electromovilidad.
 La eléctrica española es la única que colabora con este proyecto europeo, en el que también participan centros de investigación, universidades y ciudades como Florencia y Barcelona. La recarga por inducción permite el usuario del vehículo eléctrico colocar su coche sobre una plataforma de carga situada en el suelo, consiguiendo cargar la batería de su vehículo sin ningún esfuerzo. El sistema funciona en entornos adversos -incluidas temperaturas extremas-, sumergido en agua o cubierto de hielo y nieve. Además, no produce ningún impacto visual negativo en el paisaje urbano.

Pero mientras las multinacionales, las ciudades y los inversores pugnan por hacerse con la mayor parte del pastel e investigan cómo hacerlo, el 'cuando' no pueden controlarlo; al menos, del todo. Los constructores de automóviles -obligados por la retracción del mercado- se ven obligados a presentar al consumidor opciones que les resulten eficaces, sostenibles y sugerentes; y el concepto de vehículo eléctrico resuena bien en el cerebro de la sociedad.

La opción que ofrecen los más vanguardistas es la autonomía en la recarga, mientras se soluciona el teorema económico de quién se hace con el negocio de los puntos de recarga de las baterías y cómo serán éstos. El Smart Fortwo Electric Drive con propulsión eléctrica se nos ha mostrado como una opción casi perfecta de coche eléctrico. Realmente, convence. No está disponible en España hasta comienzos de 2013, pero ya hemos podido probarlo, gracias a la amabilidad de Automóviles Fernández de Barcelona; por cierto, el concesionario Mercedes Benz más 'cool' de Europa.

Fascina esta tercera generación eléctrica de Smart que se sirve en dos versiones de carrocería: cupé y descapotable. El precio oscila entre los 23.000 euros y los 18.950 euros, y la diferencia se sustenta en que, en el segundo caso, la batería no es propiedad del cliente, sino que éste debe alquilarla por 65 euros al mes durante los diez años que dura el contrato sin límite de kilómetros.



La revisiones tienen lugar cada 20.000 km y el único mantenimiento es el cambio periódico del cartucho antihumedad de la batería. Con una potencia de 75CV, es capaz de acelerar de cero a 100 en 11,5 segundos y alcanza unos 145km de autonomía; dependiendo del tipo de conducción.

El Smart Fortwo Electric seduce en la conducción por las calles de la ciudad. Silencioso, límpio, muy cómodo, versatil, sorprendente en la aceleración, sostenible y muy chic, se convierte en el complemento ideal para gozar de absoluta autonomía. Y si además optamos por adquirir la bicicleta eléctrica a juego, la sensación de libertad responsable con el entorno es total. Nos gusta este coche. Además, al ser un vehículo eléctrico puro puede beneficiarse en su compra de los 6.000 euros de subvención que ofrece el gobierno español; pero cuidado. Las ayudas terminan en diciembre.
Fuente:informativos.net
Por: Gema Castellano



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